miércoles, 24 de enero de 2007

...les cuento...


Imagino que ya se habrán dado cuenta y que no les sorprenderá nada si les digo que me gusta contar cosas pero lo que no pueden saber porque este medio no da para eso es que también me gusta escucharlas, soy una receptora ideal para todo aquel que tenga una historia real o ficticia o...ambas cosas a la vez (¿..en dónde habré yo oído esto...?, les cuento esto porque en esos paseos que doy en silencio por ese mundo personal...ya saben, he recordado una temporada que iba a escuchar a una cuenta cuentos.

Hay una librería de mi ciudad, una de esas de toda la vida, la mujer que ahora lleva el negocio familiar, no sé si es librera o empresaria, sinceramente esto me da igual pero el caso es que tiene buenas ideas y durante una temporada, los sábados por la mañana a eso de las doce del mediodía su librería era la cita obligada para todo aquel que quisiera que le contaran un cuento, excuso decirles que la mayoría del publico asistente no superaba los diez años aunque algún adulto acompañante se quedaba a escuchar no sé si por pereza o porque como yo, disfrutaban de los relatos.

La persona que ejercía de maestra de ceremonias cuando llegábamos tenía todo diapuesto y ya iba engalanada con los adornos pertinentes que la transformaban en el personaje principal de la historia que nos iba a contar.

No importaba al final el como lo contara, tampoco importaba demasiado si era mejor o peor actriz, porque cuando comenzaba la historia, allí no parpadeaba ni siquiera el más inquieto de los asistentes lo recuerdo divertido y una excelente idea para fomentar la lectura entre los más pequeños y porque no decirlo un buen reclamo para el negocio en cuestión.

También recuerdo otra librería, esta muy pequeña y esta vez sí regentada por un auténtico librero, en una de esas calles impersonales que tienen todas las ciudades tanto...que al final aún recordando su nombre acabas por llamarlas por el del lugar de referencia, el que a ti te gusta y el que te viene a la memoria.

La librería en cuestión era muy pequeña y aunque cuando entrabas los estantes de libros ocupaban todo el espacio, el librero había distribuído en los pocos lugares que quedaban libres...por decir algo....pequeños taburetes que invitaban a sentarse y leer ( de hecho creo recordar que había algún cartel en ese sentido), podías ir todos los días que quiseras y no comprar nada pero podías leer y por aquellos días en los que mi inquietud era inversamente porporcional a mis recursos....muy inversamente proporcional se lo digo en serio, poder leer todo lo que te apeteciera era un lujo nada despreciable, ya sé que las bibliotecas estan para eso pero...no es la misma calidez y yo soy...friolera por naturaleza.

No recuerdo haber cruzado más que simples saludos con el librero pero no hacía falta porque esta relación se basaba en lo que a él le gustaba hacer y a mi también y esto era suficiente. No quiero olvidar aqui a un personaje que deambulaba entre los libros a veces amontonados en cualquier parte silencioso y atento, un enorme gato gris que parecía haber salido de un cuento.

Y hablando de cuentos, les diré que cuando entro a cualquier librería ya saben a dejar que algún libro me elija, porque en confiaza creo que es esto lo que ocurre y no lo contrario y si no esten atentos y verán, una de las secciones que más me gusta visitar es la infantil, que quieren que les diga me siguen gustando los cuentos...

...por esto hoy mi recuerdo es a uno que debo tener por ahí, porque espero no haberlo dejado porque...los libros odian que los dejes ( se sienten abandonados y jamás vuelven),créanme si les digo que es mejor regalarlos, pues ese cuento del que quiero hablarles y del que no he encntrado ninguna foto para colgar es PÍDOLA, DÍDOLA PON o LA VIDA DEBE OFRECER ALGO MÁS de Maurice Sendak...

...la foto es de su cuento más conocido pero a mi me gusta más el que les he mencionado de éste a mi juicio gran ilustrador y contador de historias que es el Sr. Sendak y que con magnificas ilustraciones cuenta una historia un tanto subrealista de una perrita que teniéndolo todo emprende un largo viaje porque...la vida ( a su juicio) debe ofrecer algo más....ahí es nada ( de niños es la cosa...pues no sé...será)

4 comentarios:

Unknown dijo...

A mi también me encanta que me cuenten cuentos. Y admiro profundamente a los buenos escritores de cuentos, tanto infantiles como adultos, porque creo que es un género espléndido y realmente difícil.

Por cierto me apunto a que me regale el que menciona con tanto estusiasmo.

Un beso.

e-catarsis dijo...

¿...se cree que no sería capaz...?

...estoy desolada no encuentro mi ejemplar y en mi cabeza se va haciéndo la luz ( si es que no aprendo)...así que tendré que conseguir al menos un par de ejemplares...¿no?

saluetes de cuento

Alvargonzalo dijo...

Me ha interesado su comentario sobre el libro, y, osado, busqué.
Solo tres muestras de lo acertado de sus comentarios:


Catálogo biblioteca del Instituto Cervantes de Utrecht

Autor: Sendak, Maurice
Título: ¡Dídola pídola pon! o la vida. debe ofrecer algo más / texto e ilustraciones de Maurice Sendak
Editor: Madrid : Alfaguara, 1983
Descripción física: 1 vol. ; 19 cm
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105.


Didola Pidola Pon: LA Vida Debe Ofrecer Algo Mas by Maurice Sendak (Paperback - Jun 1983)
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DIDOLA PIDOLA PON!, O, LA VIDA DEBE OFRECER ALGO MAS. by Maurice Sendak, 1987 [SP J-SEN]. One of the best loved author/illustrator offers his own tribute to ...
www.smcl.org/services/recommended/forkids/mother_goose.html - 31k - En caché - Páginas similares


(Una interesante dirección, que muestra la portada del libro)

Siga así, siga.

e-catarsis dijo...

Estoy feliz...he encontrado mi ejemplar del cuento, recordaba que lo había prestado pero, al menos por esta vez, no me ha guardado tanto rencor como para no volver...

...estaba junto a otro cuento de Arnold Lobel Historias de ratones, también editado por Alfaguara.

Por si les interesa, el Sr. Lobel es uno de los ilustradores americanos de más prestigio. Sus libros figuran en las listas de honor del National Book Award, de la Caldecott Medal y de la Newbery Medal...también deliciosas estas historias y estas ilustraciones aunque nada que ver con Sendak.