domingo, 14 de enero de 2007

Miguel


Miguel acomoda las manos dentro de los bolsillos y acaricia el CD que lleva en uno de ellos, son las 7,45 y tiene aún un largo camino hasta la oficina, ha sido una noche en blanco pero... ha merecido la pena, esta vez no podrán haber excusas su articulo es excelente, camina rápido porque precisamente hoy no debe llegar tarde, no quiere llegar tarde, aun necesita darle un repaso más el último retoque, aunque lo ha releído cien veces, lo sabe de memoria, pero sí, tal vez un último repaso.
Llega justo a la parada del autobús, se sube, el conductor le cobra el trayecto sin a penas mirarlo, como un autómata, Miguel se queda pensando un momento, no, él no sería capaz de llevar un trabajo así una vida así, aunque por otra parte piensa y
¿qué vida llevan los conductores de autobús? sacude la cabeza... y él que sabe... sonríe.
El autobús va lleno como siempre a esas horas, como siempre en día de trabajo, gente anónima, con cara de frío, nadie mira a nadie, pero él sí porque a Miguel le gusta observar, toma notas mentales y a veces sólo a veces las guarda en una libreta azul, porque Miguel es escritor aunque aún no ha tenido tiempo...... escribir es tarea complicada, lleva su tiempo, su estudio, su observación por eso guarda sus notas en la libreta azul para cuando pueda ser...
Una parada más, solo tres le separan del gran momento, siente un escalofrío, se abre la puerta del autobús, el ruido de la puerta le saca de sus pensamientos cuando la ve... es una mujer joven, lleva un abrigo verde, un gorro de lana y aprieta una gruesa bolsa contra su costado, sus miradas se cruzan y Miguel siente que las pupilas de la mujer le atraviesan con descaro, parpadea, es difícil mantener esa mirada, aprieta el disquete en su bolsillo, mira alrededor como si no se hubiera dado cuenta pero ella le sigue mirando él no la ve pero la siente, siente esa mirada en su rostro, en su cuello, en su cuerpo... al final la mira........ sus ojos bailan una extraña danza, no puede apartar la mirada, los labios de la mujer se entreabren y siente que ¡le besa!, No puede creer lo que le está pasando, su pulso se acelera entorna los ojos y se deja llevar, las manos de la mujer recorren su cuerpo, las sienes le palpitan, se siente desfallecer y si no se agarra con fuerza a la manilla se caerá, ya solo la ve a ella..... solos los dos en un autobús lleno de gente..... sus cuerpos entrelazados sin siquiera rozarse. Cierra los ojos se abandona y estalla en mil pedazos.
Una vez más una parada, ¿cual es?, ¿por dónde va?. Mira un instante y la mujer ya no está, la ve caminar despacio con su gruesa bolsa apretada al costado, quiere decirle algo pero el autobús se ha puesto en marcha..la figura se pierde entre la gente...
Miguel mira a su alrededor, nadie parece haberse percatado de nada, gente anodina de mirada anodina esperando su destino; el autobús aminora la marcha su parada es la próxima, avanza hasta la puerta tambaleándose por el cambio de velocidad o...¿no?, baja del autobús y el CD en el fondo de su bolsillo parece estar ya olvidado pero Miguel sonríe.
Mañana volverá a coger el autobús.

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