sábado, 20 de enero de 2007

...quitando "hierro"...


ERROR: CONCEPTO EQUIVOCADO O JUICIO FALSO

Creo estar en condiciones de afirmar que llevo media vida cometiendo errores y la otra media intentando arreglarlos, confieso que en esta tarea pongo mucho empeño, en arreglar, que errar, yerro con una facilidad pasmosa, incluso hay veces que me doy cuenta tarde del error porque en el momento de errar creo que es todo un acierto...

Tal vez se lea complicado pero es sencillo.

Con la mejor de las voluntades, quiero en esta ocasión ser bienpensante, con frecuencia metemos la pata sin saber de antemano las consecuencias que desencadenará ese acto, porque si son errores voluntaios ya tendríamos que hablar de estrategia y esa es otra interesante cuestión, aunque para ese debate creo que debería invitar a Nicolás...(Maquiavelo por parte de padre), me fascina este humanista renacentista para quien el fin justifica los medios, si ya sé que esto es muy discutible e incluso tendencioso pero no creo que a quien defendió la teoria de que el fín último del gobernante eran obtener primero y retener después el poder y que cualquier acto hecho en este sentido estaba justificado, le vaya a molestar una afirmación más o menos tendenciosa... a mi me va bien en este momento...oiga pues es mi fin y está justificado...por mi.

Equivocarse es humano, incluso diría que saludable,en mi opinión la experiencia es una de las vías de aprendizaje más efectivas en general claro porque siempre hay gente que no se recupera núnca de un acierto, pero ya digo que en general aprendemos mejor de los errores, cuando nuestra arrogancia se ve cuestionada, normalmente paramos en seco y meditamos, estos pequeños o grandes toques de atención no los llevamos nada bien, incluso si no tenemos cualidades para el trato social o simplemente lo eludimos en la medida en que esto es posible ( uno no es dueño de su tiempo o de su espacio en todo momento), bien pues aún y en ese caso nos cuesta enormemente reconocer un error y nos irrita que nos lo planten delante del morro...¿Soberbia o inseguridad?...Creo que anda en tablas.

Desconfío de la gente que en su discurso incorpora con demasiada frecuencia la frase hecha de..."yo lo tengo muy claro"..., fin de la discusión porque que le vas a argumentar a quien hace tal afirmación...

También desconfío de quien hace ostentación de la sinceridad como su leif motiv y reivindico que mentir es a veces terapeútico, no se me amontonen, se dan un paseo por San RAE y me miran la definicion oficiosa de esta palabra porque va en ese sentido lo que quiero comentar ( sigo sin saber poner enlaces...).
Pues bien como les comentaba, mentir es saludable, la experiencia me ha enseñado que cuando eres absolutamente sincera/o y a pesar de que te demanden y a veces te exijan tal conducta, al final cuando cedes ( no sin ciertas reticencias) y largas
la reacción de quien te ha obligado es siempre la misma, de cabreo monumental, de verdad que es una de las cosas que sigo sin entender a día de hoy, pero vamos a ver ¿no querías la verdad?, pues y ahora ¿qué me estas contando?, es imposible, no lo entiendo, así que en aras de mi equilibrio emocional que les confieso se quiebra con facilidad, he decidido no creerme nada cuando me aseguran que...puedo ser absolutamente sincera...
No solemos querer una sincera opinión si no más bien una reafirmación de lo que creemos en ese momento, pues sea...

Esto me recuerda que cuando te hacen una pregunta normalmente suele ser una petición de algo, y que sólo puedes responder con un SI o un NO, vale pues como digas que NO la has fastidiado, pero vamos a ver, si en la respuesta a la pregunta que haces sólo contemplas la afirmación...¿para que la haces?, en ese caso no preguntes limítate a pedir y confía en la buena voluntad del demandado.

Es cierto que nos cuesta pedir y que siempre confiamos en que la bola de cristal le funcione a quien tenemos al lado, bola que suele estar pasando normalmente la ITV.


...y como siempre yo a lo mío...bueno a lo otro mío, que es recomendarles la película de la foto, que no sé porqué cuando he terminado de escribir me ha venido a la memoria, gran... gran película, de esas que se hacen con dos duros y que he leído por ahí que se escribieron en ocho días y se rodó en pocas semanas, sin duda en mi opinión una película imprescindible, sexy y astuta de las relaciones humanas, siento no regalarles en esta ocasión un video pero no he encontrado nada de Cliff Martínez por ahí y ya conocen de mi natural tedio...

2 comentarios:

Unknown dijo...

Su interesante reflexión me hace pensar...que le hice una pregunta y me siento demasiado osado por ello. En fin cosas de mentes inquietas.

Por cierto, la película es genial. Tengo gratos recuerdos y hoy día sigue siendo de culto. Además creo que guardo una copia en el viejo VHS.

Un beso.

e-catarsis dijo...

...vamos Doc no sea tan severo...¿qué sería de esta vida sin una buena dosis de osadia?...sea osado siempre y cuando le apetezca...reincida...