martes, 2 de enero de 2007

...es que hay cosas que no cambian...

Aún me sorprende la facilidad y frivolidad con la que el ser humano es capaz de juzgar las actitudes de sus semejantes, juicios que la mayoría de las veces parten de una salida errónea porque...es complicado llegar a las últimas razones por las que a veces nos movemos pero aún y así...juzgamos, nos ponemos en la piel del otro ( de mentirijillas claro) y somos tan atrevidos que opinamos y claro luego pasa lo que pasa que no sólo nos equivocamos de parte a parte sino que hacemos daño de una manera tan estúpida como gratuita y...en un afán siempre egoísta de humildad (¡ja!)...pedimos disculpas...que no está nada mal pero que si por un momento nos hubiéramos puesto de verdad en la piel del "juzgado" ( sano ejercicio de empatía lo llamo yo) tal vez, digo tal vez no hubiera habido necesidad del juicio.

¿No sería mucho más sencillo pensar un poquito antes de lanzarnos a salvar almas ajenas que por otra parte no nos han pedido ser ayudadas? ¿O no será más bien que nuestra vanidad nos hace creemos en la “obligación” de “ayudar”, “aconsejar”, “llevar a camino” a todo bicho viviente?...

En fin...que vivir y dejar vivir a veces...incluso funciona

Hace un día precioso...¿lo había mencionado?

Saluetes d'esos después del resacón y esto aún no ha terminado

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