jueves, 8 de febrero de 2007

...más cosas de humanos...



He visto en TV un anuncio de movistar que me ha hecho pensar...

...en la curiosa manera que tenemos los humanos para complicar las cosas más sencillas, en general claro, que generalizar en esto como en otras cosas es por atrevido, injusto. No obstante yo como humana...en el más amplio y literal sentido del termino humano... sí que tiendo a complicarme la vida, y no es por que tenga un componente masoquista inconsciente, que oye igual si...sino porque las cosas sencillas, las que se dan de una manera fácil, me suelen crear una cierta desconfianza.

Parece que si es sencillo es peor, no sirve o sirve menos, o es de menos nivel...así somos ( en general...) de afectados.

Es curioso pero es más difícil entender a un tonto que a un ilustrado, al menos a nivel profesional yo no sé si a ustedes les ocurre pero el tonto marea las cosas de una manera que después de diez minutos tú ya no sabes ni la hora que es, te empiezas a replantear cambiar de trabajo e incluso contemplas la posibilidad de amordazarlo... previo a esto te han asaltado muy serias dudas sobre si la tonta eres tú...dudas que desestimas rápido, que sólo faltaba esto... para concentrarte en la manera de amordazarlo y...que parezca un accidente. Sin embargo el que de verdad sabe, como sabe, y sabe mucho y además le importa un colín demostrárselo a nadie porque para él lo importante es saber y no que tú sepas que él sabe.... ( si...ya sé que me complico...), pues con un análisis simple, con palabras sencillas ha llegado a donde había que llegar y además lo entiende todo el mundo...

Supongo que es condición humana ( en general), ocultar las carencias con discursos ininteligibles...palabras complicadas...y gestos suficientes.

Esto a nivel profesional ya digo pero es que en la vida “paraprofesional” (...sencillita y creo que novedosísima palabra... me encanta esto...), porque después del trabajo hay vida...lo juro...yo no tengo experiencias propias pero me comentan que el primo de mi compañera de trabajo, el que se caso con la farmacéutica del pueblo, un día en el entierro de su suegra, contaba como era la cosa, pero vamos que yo toco de oído, bien pues en esta otra vida también las cosas tendemos a complicarlas.

Así, vas al cine, cosa sencilla, sencilla ( ir de desplazarse, por que hay directores que...me lo expliquen)... antes más ( ir), cuando los cines estaban a mano y no a varios kilómetros y cuatro rotondas ( ¿Se han fijado lo que le gustan a las administraciones las rotondas? ¿Y lo entretenidas y...sencillas que son cuando nos ponemos todos a pasarlas sin poner los intermitentes?...muy divertido...), bien pues siempre hay algún amable acompañante porque si hay más de uno, con que te alejes un poco y los dejes que se torturen entre ellos a ti ya te va bien, la cosa es cuando no tienes escapatoria y te tienes que tragar una explicación rocambolesca de por ejemplo el plano de una niña que va en bici...por decir algo..., porque tú es lo que has visto hasta que tu “iluminado” acompañante te dice:

- Mira, veras es que la bici en realidad no era un bici sino el deseo inconsciente de escapar de su sórdida vida y...bla bla bla bla, momento en el que tú empiezas a hacer mentalmente la lista de la compra y a jurarte y perjurarte que nunca más, por salud mental más que nada.

Les confieso que es todo un arte ver lo que no se ve, escuchar lo que no se ha dicho y leer lo que no se ha escrito, arte en el que me encuentro muchas veces perdida y que me deja perpleja, hasta el punto de replantearme muy seriamente si mis niveles perceptivos no están en franca decadencia e incluso si alguna vez han estado ahí, a pesar, ya les digo que muchas más veces de las que me gustaría yo y sin ningún tipo de ayuda tiendo a complicarme la vida y supongo que a los que me rodean también.

Y después de esta sencillita pero enrevesada reflexión (puntuar un texto me resulta agónico...) les recomiendo una película sencilla y llena de encanto LOCAL HERO, con una BSO absolutamente deliciosa, tuve la oportunidad de ver al Sr. knopfler en Barcelona hace un par de años en un concierto muy correcto que puso de manifiesto su virtuosismo y su buen gusto para la música que cerró con el tema central de esta película...¡Qué momento!...

Un pueblo costero escocés, unos habitantes sencillos, ese ritmo especial de la vida rural, la transformación, yo apuntaría un tanto idílica del protagonista, enviado de una compañía petrolífera básicamente a cargarse el pueblo ,todo esto acompañado de la música de Knopfler...¿Se imaginan?..Pues es justo así.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Siempre lo más sencillo resulta lo mejor, no significa que detrás no exista profunidad y complejidad, hasta dar con esa sencillez.

Esta máxima de la sencillez es aplicable a todos los ámbitos de la vida. No es fácil conseguirla.

La película en cuestión sólo me parece recordable por su banda sonora, sublime por cierto.

Un beso (hoy estoy algo espeso).

e-catarsis dijo...

Y lleva Ud razón Doc, sólo es recordable por eso, pero es una historia sencilla en donde lo que se ve y lo que se escucha es justo eso aunque por esta vez reconozco que me ha podido más la música...suelo dispersarme y mezclar los recuerdos...en fin...

:)